Política

‘Parece que el Gobierno no entiende la carrera diplomática’: Carlos García, presidente de la Asociación Diplomática y Consular de Colombia

el presidente de Asodiplo explica por qué rechazaron recientes nombramientos provisionales en el Ministerio y habla de los cambios para acceder a la carrera diplomática.

El pasado viernes, la Asociación Diplomática y Consular de Colombia (Asodiplo), que representa a los diplomáticos de carrera en el país, rechazó algunos nombramientos provisionales en cargos de carrera diplomática de personas que, en ocasiones previas, han visto sus nombramientos declarados nulos por decisiones judiciales.

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Dice que estas prácticas -que llevan muchos gobiernos instaladas en la Cancillería- tienen consecuencias graves para la prestación del servicio en el exterior y para el erario público.
Además, expresa que si bien el diálogo con el gobierno Petro es bueno, no hay una correcta interpretación desde el Ejecutivo de lo que es la carrera diplomática.

Recientemente, Asodiplo rechazó algunos nombramientos provisionales en cargos de carrera diplomática durante esta administración. ¿Qué está pasando?

La asociación se encarga del fortalecimiento del servicio exterior, sobre todo, de la carrera diplomática. Tiene muchos campos de acción y uno de ellos es que cuando se realizan nombramientos que no cumplen con las leyes, nosotros accedemos acciones de nulidad electoral. Recientemente, tuvimos dos nombramientos declarados nulos por no cumplir los requisitos por no ser legales y después de que se cayeran los nombramientos volvieron a nombrar a estas personas en los mismos cargos, por lo que nos parece preocupante.

ya el Consejo de Estado había declarado nulos sus nombramientos, ¿por qué vuelven a ser nombrados para los mismos cargos?

Esa es nuestra gran pregunta. Ahora bien, el nombramiento de cargos provisionales tiende a ser inevitable porque no tenemos suficientes diplomáticos de carrera para cubrir todos los cargos. Comprendemos eso, pero la forma en que se realiza debe seguir la Ley y la Ley establece, por ejemplo, que solamente se puede nombrar en provisionalidad cuando específicamente se ha comprobado que no hay un diplomático de carrera para cubrir esos cargos. Cuando se demuestra que no se tuvo en cuenta los diplomáticos de carrera, sino que se dio prioridad a los nombramientos de dedo, el Consejo de Estado declara nulo esos nombramientos. Si ya se demostró que ese nombramiento no seguía la legalidad, ¿por qué se está volviendo a hacer? De ahí nuestro rechazo y nuestra preocupación..

¿Cuántos casos así tienen identificados?

Muchísimos. El asunto realmente con este tipo de nombramientos es que, si bien el cargo de Embajador específicamente es de libre nombramiento y remoción, y por lo tanto hay espacio para la discrecionalidad del señor Presidente, con ciertos márgenes específicos, estamos en un país democrático y se deben respetar que la Corte Constitucional estableció. Se estableció un equilibrio que se entendería como 50% de carreras y 50% de nombramientos discrecionales. Se suele hablar del cargo de Embajador, cuando en el resto del cuerpo diplomático también se están haciendo nombramientos discrecionalespero estos no pueden ser de libre nombramiento y remoción. Tenemos estos nombramientos a nivel de Segundo Secretario y en todo el cuerpo diplomático que acompaña a un embajador y esto legalmente no debe existir.

Es un problema que arrastra la Cancillería desde hace años…

No es solamente de este Gobierno. Ha pasado toda la vida. Siempre ha ocurrido. Asodiplo lleva 43 años luchando contra esta desnaturalización de la diplomacia. Nuestra labor siempre ha sido hacer que se respete la institucionalidad y la diplomacia de carrera.

¿Cuánto puede durar una persona en estos cargos provisionales?

Ese es uno de los problemas. Nosotros tenemos establecido legalmente nuestras funciones, nuestros tiempos, y un diplomático de carrera no está más de cuatro años en un cargo. Estos nombramientos a dedo son los que a veces se perpetúan de gobierno en gobierno, incluso cambian los gobiernos y siguen allá. Pueden durar tranquilamente 10 o 20 años. Cuando estos nombramientos se declaran nulos, el problema está en el tiempo que dura esta gente, porque esto no ocurre de la noche a la mañana, se hace nombramiento y se inicia el proceso de declarar la nulidad electoral y puede pasar un año. En ese año, se les pagó sueldo a estas personas, viáticos, homenaje para trasladarse, un montón de dinero que sale del bolsillo al contribuyente. Después de un año se declara la nulidad y tienen que regresar, pero el daño al erario público ya está hecho.

¿Tienen claro cuánto le cuesta esto al país?

Puede variar mucho. Depende del rango en que son nombrados y también del país. Nosotros tenemos en el servicio exterior unas primas que cambian de país en país, pero pongámosle, por ejemplo, que alguien nombrado en un nivel de Consejero recibe 9.000 o 10.000 dólares. Durante un año ya son 120.000, más sus gastos de viáticos tranquilamente puede llegar a los 150.000 dólares. Esto puede llegar de 600 millones de pesos para arriba y tranquilamente puede llegar a 2.000 millones de pesos. Esto le cuesta un nombramiento irregular al bolsillo de los colombianos.

¿Qué tanto afecta esto al Ministerio a nivel de funcionamiento?

Esto es problemático no solamente por el tema del erario público, sino en general por la prestación de servicio. No solamente cumplimos las funciones de representación del Estado, sino también nos encargamos de cuidar a los colombianos que están fuera de Colombia y este es un trabajo sumamente técnico. Nos enfrentamos a guerras, migraciones, a todos los problemas que viven los colombianos en el exterior y eso requiere una preparación rigurosa y además requiere un proceso de selección y tener gente que está comprometida específicamente con esta labor, independientemente de su color político. El sábado aprovechando la coyuntura hicimos una comparación: es como si en la Selección Colombia comenzáramos a nombrar a jugadores que son amigos del presidente, o porque en campaña le ayudaron con los tuits, etc. Ese no es el criterio. No quitamos mérito por haber sido destacados líderes sociales o activistas, pero es que esta es una función diferente. No estamos haciendo activismo. Estamos haciendo es una labor consular que es sumamente técnica y por lo tanto si nombramos futbolistas a dedo, pues la Selección va a ir a ningún lado; si nombramos diplomáticos a dedo, es gente que será experto en su campo, pero van a cometer errores en este campo que le cuestan al país. Genera muchos traumatismos a nuestra institucionalidad.