Antioquia es el tercer departamento al que ingresa este producto tras caída del monopolio rentístico. Jugará en una región que consume hasta 30 millones de unidades.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El Amarillo de Manzanares entrará a Antioquia y aterrizará en la casa de la marca que, por ahora, domina en este segmento: Aguardiente Antioqueño.
Será la tercera provincia en la que ingrese este producto y el gerente de la Industria Licorera de Caldas, ILC, Diego Angelillis Quiceno, calificó el suceso como el más relevante de los últimos años para la compañía.
“Es la noticia más importante para nuestra empresa en los últimos años y trascendental para su futuro y sostenibilidad, ya que se abren las fronteras para competir en el mercado más grande de aguardiente del país con ventas de alrededor de 28 millones a 30 millones de unidades al año”, comentó.
Se intensifica la carrera
Aunque hace tiempo varios jugadores pidieron apertura del mercado, solo este año la Corte Constitucional declaró inexequible el artículo 28 de la Ley 1816 y las gobernaciones ya no podrán decidir quién entra y quién no a las góndolas de sus departamentos.
Ya sin ese monopolio que impedía el alcance a todo el país, los productores deben trabajar si quieren mantener su participación o agarrar un pedazo más grande de la torta.
Datos de este sector indican que, al excluir la cerveza, el aguardiente domina el renglón de las bebidas espirituosas con una participación cercana a 33% sobre el total del consumo.
Hay expectativa por la eventual respuesta de la Fábrica de Licores de Antioquia, FLA, cuya cuota de mercado hoy está por el orden de 57%, pero ahora tendrá un competidor que, con corte a 2024, vendió 13 millones de botellas con un alcance de apenas 25% del territorio nacional.
Esteban Ramos, gerente de la licorera antioqueña, aseguró que “estamos listos para la llegada de las demás licoreras a nuestro departamento y así mismo para conquistar todo el territorio colombiano con nuestro tradicional Aguardiente Antioqueño, manteniendo siempre la premisa de cuidar nuestro mercado y fortalecer la industria nacional”.
La Industria Licorera de Caldas ya pasó la muralla legislativa y la batalla con la FLA ahora se librará en la casa de su rival. Hay que recordar que tuvieron un cruce jurídico cuando la ILC consiguió que se pusiera una medida cautelar sobre Aguardiente Real, producto que, a juicio de la compañía caldense, inducía a la confusión por la similitud con su botella de Amarillo.
Pese a que la ILC también cuenta con Aguardiente Cristal, su arma más potente para esta guerra es el Amarillo de Manzanares; con el que pretende responder al portafolio de la FLA, compuesto por los aguardientes de etiqueta roja, azul y verde y, más recientemente, por el Aguardiente Real.
“Aunque aún no tenemos un estimado del crecimiento en ventas, contamos con la capacidad instalada en nuestra planta, disponibilidad de producto y el compromiso de nuestro equipo de colaboradores para responder a este reto”, comentó el gerente de la ILC.
Un mercado abierto entrega más opciones
Cuando se conoció que el artículo 28 de la Ley 1816 se declaró inexequible, Luz María González, vicepresidenta corporativa de Dislicores, enfatizó en que “esto implica que se podrá distribuir el producto en todos los departamentos. Y al mejorar la libre competencia, el más beneficiado es el consumidor final porque tiene más oferta, mejor calidad y mejores precios”. Además, dijo que esto ayudaría a controlar el contrabando técnico y enfatizó en que “ahora las licoreras que están en aprietos se deberán esforzar mucho más para que los productos de las otras jugadoras no se les coman el mercado”.
TOMADO: El Aguardiente Amarillo de Manzanares ahora sí entrará a las tierras del Antioqueño